Robert Gleason, de 42 años, fue ejecutado a las 09.00 horas (04.00 horas en España) según ha informado el portavoz del servicio penintenciaro de Virginia, Larry Taylor, quien ha añadido que la ejecución tuvo lugar "sin complicaciones", añadió.
Gleason cumplía una pena de prisión permanente tras haber estrangulado a un prisionero de 63 años en 2007 y, dos años más tarde, hizo lo ismo con otro de 26 años, mientras esperaba su sentencia. "Gleason no expresó ningún remordimiento por estos crímenes horribles. No buscó apelar su condena y no rellenó una solicitud de clemencia", declaró el gobernador de Virginia, Bob McDonnell, en un comunicado. "No encontré una razón convincente para interceder", añadió.
En declaraciones a la prensa, Gleason pidió ser ejecutado rápidamente para dejar de matar, y declaró en su juicio que quería la pena de muerte. El equipo de su defensa, sin embargo, trató de salvar su vida destacando su traumática infancia, sus problemas psicológicos y su historia de abuso de drogas y alcohol.
El condenado, que recibió el consejo espiritual como única visita el pasado miércoles, eligió la silla eléctrica para su ejecución, una alternativa a la inyección letal en este estado, según Larry Taylor. Se trata del primer tipo de esta ejecución en Estados Unidos desde marzo de 2010.
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